sábado, 28 de diciembre de 2013

SOLEDADES, A UN MAESTRO DE ANTONIO MACHADO



I

No es profesor de energía
Francisco de Icaza,
sino de melancolía.


II

De su raza vieja
tiene la palabra corta,
honda la sentencia.

III

Como el olivar,
mucho fruto lleva
poca sombra da

IV

En su claro verso
se canta y medita
sin grito ni ceño.

V

y en perfecto rimo
-así a la vera del agua
el doble chopo del río-.

VI

Sus cantares llevan
agua de remanso,
que parece quieta.
y que no lo está;
más no tiene prisa
por ir a la mar.

VII

Tienen sus canciones
aromas y acíbar
de viejos amores.

 Y del indio sol
madurez de fruta
de rico sabor

VIII

Francisco de Icaza,
de la España vieja,
y de Nueva España,
que en áureo centén
se graben tu lira
y tu perfil de virrey.

Soledades a un maestro  de Antonio Machado
Imagen:Antonio Machado de niño, representado por su abuela Cipriana Álvarez Durán
Fuente: https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHSNtnvEVYW8jXnYqJf7WQNKzfxnc5TTnIwVXVWJ2qn0rJFf1Zto4oGchLKWr1oEJyCe6_GmGmM8-0UIL_s8apZK8bWZ2cWapYEL__qr5jvebrGdb8s8169qXbMFFPxJxdZvR2eTeYPrk/s1600/antonio+machado+de+ni%C3%B1o.jpg

CANCIÓN PRIMAVERAL DE FEDERICO GARCÍA LORCA






Salen los niños alegres
de la escuela, poniendo en el aire tibio
del abril canciones tiernas.

¡Qué alegría tiene el hondo silencio de la calleja!
Un silencio hecho pedazos
por risas de plata nueva.


Canción primaveral de Federico García Lorca
Imagen. Fuente:
http://cdn.dipity.com/uploads/events/c31636b4bebe93095dba4d8a7d179203_1M.png
Otras imágenes en
http://www.culturandalucia.com/FEDERICO_GARCIA_LORCA/Federico_Garcia_Lorca_ni%C3%B1o_1.jpg

domingo, 15 de diciembre de 2013

NIÑO TRAS UN CRISTAL DE LUIS CERNUDA























Al caer la tarde, absorto
Tas el cristal, el niño mira
Llover. La luz que se ha encendido
En un farol contrasta
La lluvia blanca con el aire oscuro.

La habitación a solas
Le envuelve tibiamente,
y el visillo, velando
Sobre el cristal, como una nube,
Le susurra lunar encantamiento.

El colegio se aleja. Es ahora
La tregua, con el libro
De historias y de estampas
Bajo la lámpara, la noche,
El sueño, las horas sin medida.

Vive en el seno de su fuerza tierna,
Todavía sin deseo, sin memoria,

El niño, y sin presagio
Que afuera el tiempo aguarda
Con la vida, al acecho.

 En su sombra ya se forma la perla.

EL LIBRO INSTRUCTIVO DE GIOVANI RODARI




En el planeta Bih no hay libros. La ciencia se vende y se consume en botellas.


La historia es un líquido colorado como una granada; la geografía, un líquido color verde menta; la gramática es incolora y sabe a agua mineral. No hay escuelas; se estudia en casa. Los niños, según la edad, han de tomarse cada mañana un vaso de historia, algunas cucharadas de aritmética, etcétera.


¿Vais a creerlo? Son caprichosos igualmente.


-Vamos, sé bueno -dice mamá-; no sabes lo rica que está la zoología. Es dulce, dulcísima. Pregúntaselo a Carolina - que es el robot electrónico de servicio.


Carolina se ofrece generosamente para probar antes el contenido de la botella. Se echa un poquitín en el vaso, se lo toma y lo paladea: ¡Huy!, ya lo creo que está rica - Exclama.


E inmediatamente comienza a recitar la lección de zoología:


-"La vaca es un cuadrúpedo rumiante que se alimenta de hierba y nos proporciona el chocolate con leche".


-¿Has visto? - pregunta mamá, triunfante.


El pequeño colegial se queja. Todavía sospecha que no se trate de zoología, sino de aceite de hígado de bacalao. Luego se resigna, cierra los ojos y engulle su lección de un solo trago. Aplausos.


Naturalmente también hay, como es lógico, algunos colegiales diligentes y estudiosos: es más, golosos. Se levantan por la noche para tomarse a escondidas la historia-granada y se beben hasta la última gota del vaso. Se vuelven muy sabios.


Para los niños de los parvularios hay caramelos instructivos: tienen sabor de fresa, de piña, de cereza, y contienen algunas poesías fáciles de recordar, los nombres de los días de la semana y la numeración hasta diez.
Un amigo mío cosmonauta me ha traído uno de estos caramelos como recuerdo. Se lo he dado a mi pequeña e inmediatamente ha empezado a recitar una poesía cómica en el idioma del planeta Bih, que decía más o menos:
anta anta pero pero
penta pinta pim peró,
y yo no me he enterado de nada.